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Un jardinero trucho, un lomo de burro traicionero y un robo millonario a una fábrica

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 Ciudadela

Un grupo de al menos ocho delincuentes interceptó el coche del hijo de uno de los dueños, lo llevaron a la empresa y la desvalijaron. El golpe había sido planeado al detalle y sospechan de un entregador.

Un jardinero trucho, un lomo de burro traicionero y un robo millonario a una fábrica

Ciudadela. La fachada de la empresa de repuestos de autos donde dieron un golpe comando.

El robo de un botín millonario de una empresa de repuestos de autos de Ciudadela pareció un operativo comando planeado de antemano y con la guía de un entregador. «Sabían dónde estaba la caja fuerte y cuáles eran los escritorios donde se manejaba la plata», confió Roberto, uno de los dueños ante la prensa sobre cómo actuó el grupo de al menos ocho delincuentes que interceptó al hijo de su socio cuando frenó en un lomo de burro a dos cuadras del comercio familiar y lo obligó a volver al local para arrasar con todo: se habrían llevado $5 millones.

Todo ocurrió ayer, pasadas las 18 en Altri S.A., ubicada en Reconquista al 500, en Ciudades. El robo duró unos 20 minutosy los ladrones estaban al tanto que de la empresa se iban todos al mismo tiempo, como un mecanismo de seguridad casero, ya que cuando el hijo de uno de los dueños se negó a ir al comercio con la excusa de que había gente aún allí, los delincuentes dieron datos precisos de que sabían que no era así.

Al menos así, lo reveló Roberto en diálogo con TN: «Cuando le dijeron que no quería venir para acá porque había gente, les respondieron que el del Mercedes ya se había ido, o sea yo, y el del Citroën C4 también», en alusión al coche del socio.

El hijo de uno de los socios de la firma salió junto a otros dos empleados en un Nissan color gris, tomaron la colectora de la autopista del Oeste y no llegaron ni a hacer 300 metros cuando fueron sorprendidos por la banda. Todo estaba planeado al dedillouno de los asaltantes fingía cortar el pasto al costado del camino y, cuando el Nissan frenó por un lomo de burro, dio la señal. Fue entonces que le cruzaron un Volskwagen Gol Trend. Luego de atar a tres de las víctimas, los llevaron de regreso a la fábrica.

«Los empleados fueron obligados a bajar del coche y a subir al Trend y al hijo de mi socio lo pasaron al asiento trasero del Nissan, y ellos se pusieron al volante. Los volvieron a llevar a la fábrica y entraron», relató Roberto y contó que, una vez en las oficinas, fueron derecho a los escritorios donde estaba la caja fuerte y aquellos en donde se manejaba plata. El botín fueron dos bolsos repletos, sobre todo, de dinero

Clarin.com

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