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¿Qué información debe aparecer en la póliza de seguros?

La póliza de seguro es un contrato entre una compañía asegurada y un cliente. Estos datos son clave y nunca deben faltar ya sea personal o un bien.

La póliza de seguro es un contrato que se celebra entre una compañía asegurada y un cliente que se acerca para contratar determinada cobertura.

En este acuerdo deben quedar reflejados los derechos y los deberes de ambas partes, los cuales recibirán el consentimiento a través de una forma donde se declara haber leído, comprendido y aceptado todos los derechos y obligaciones.

Esta firma es fundamental para que la póliza de seguro tenga validez y vigencia durante el período establecido en la misma, ya sea un seguro personal o de un bien, entre los cuales puede contemplarse desde una casa hasta un auto u otros objetos.

Lo que no debe faltar en la póliza de seguro

Hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de firmar una póliza de seguros. Independientemente de qué tipo de seguro se trate, deben constar siempre, por una parte, los datos personales de las partes implicadas y, por el otro, los elementos formales de la póliza.

Entre los datos personales, deben mencionarse los de las personas físicas o jurídicas que intervienen. En este caso lo habitual es que, por una parte, esté la compañía de seguros y, por otra, el tomador del seguro, que es la persona que firma el contrato. Si el asegurado fuera otro diferente al tomador, también hay que dejar constancia de ello.

En algunos casos, también es importante que en la póliza se especifique quién es el beneficiario, es decir, la persona que recibirá la indemnización en caso de que se produzca el siniestro.

Elementos que caracterizan cada seguro

Además de los aspectos infaltables en una póliza de seguro, se deben tener en cuenta otras especificaciones.

El objeto puede variar en función del seguro, y puede ser de tipo material (por ejemplo, en los seguros de coche o en los seguros de hogar) o referente a la condición física (por ejemplo, en los seguros de vida o en los seguros de accidentes). Además contienen:

  • La fecha en que comienzan las coberturas y su duración y, si procede, la carencia.
  • Las primas que debe pagar el asegurado
  • El límite máximo de la indemnización en caso de siniestro
  • La suma asegurada
  • Los riesgos que quedan cubiertos por la póliza de seguro y sus límites
  • Los deberes y derechos que vinculan a ambas partes

 

De manera adicional, conviene que el contrato de una póliza de seguro contenga un apéndice con el significado de los términos más usados, que sirve como punto de referencia para comprender mejor las cláusulas del mismo.

¿Qué pasa con los contratos imprecisos?

Podemos encontrar que alguna póliza de seguro incluye cláusulas que pueden parecer poco precisas en los contratos o que utilizan un lenguaje tan complicado que puede dar lugar a malas interpretaciones y malentendidos.

En estos casos, es importante leer bien todas las cláusulas de la póliza de seguro y asegurarse de preguntar todo lo que no se entienda y de solicitar los cambios que se consideren oportunos, porque cuando se firma ya no hay nada que hacer.

Las aseguradoras están obligadas por ley a explicar todo lo que no se entienda y ofrecer toda la información que sea necesaria de una manera comprensible.

También hay que tener en cuenta la letra pequeña de los contratos de póliza de seguro, la cual tiene muy mala fama, pero no tiene por qué esconder nada sospechoso.

Sin embargo, sí que puede incluir ciertas limitaciones u obligaciones con las que la persona que quiere contratar el seguro no esté de acuerdo o que necesiten aclaración, o incluso que pueden beneficiarse más de lo que esperaba.

Una vez más, es más que recomendable leer bien todo el contrato y asegurarse que se cumplen todas las condiciones pactadas verbalmente en la póliza de seguro.

Cláusulas abusivas

Los contratos de seguro se basan en dos principios fundamentales: la seguridad jurídica y la buena fe.

Cualquier cláusula que vaya contra los principios de seguridad jurídica y buena fe es una cláusula abusiva. También se considera abusiva la omisión de información sobre detalles importantes de la póliza de seguro, como son los que se refieren al riesgo que cubre y a sus prestaciones.

En caso de sospecha, lo primero que hay que hacer es contactar con la aseguradora para solicitar una explicación sobre la póliza de seguro y, en su caso, renegociar el seguro. En caso de no alcanzar un acuerdo se puede enviar una queja a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).

Póliza de seguro automotor

En el caso de la póliza de seguro automotor es donde más dudas aparecen.

Una de las preguntas básicas es si es obligatorio contratar un seguro automotor, y la respuesta es que sí, es obligatorio. Si sos dueño o conductor de un auto, acoplado o semiacoplado, en la Argentina el seguro automotor es exigido para circular con el rodado, según lo establece la Ley de Tránsito.

La ley establece la contratación de un seguro de responsabilidad civil como fundamental al momento de tener una póliza de seguro, más conocido como seguro contra terceros y es el que te brinda cobertura frente a daños físicos y materiales ocasionados a otras personas, transportadas o no, como consecuencia de un accidente de tránsito.

En caso de accidente, el seguro cubre automáticamente a la persona afectada siempre y cuando el hecho ocurra dentro de la vigencia de la póliza de seguro contratada.

Sin embargo, este reclamo no podrá presentarse más allá de los dos años contados a partir del accidente. Según la ley, la póliza de seguro obligatorio contra terceros debe tener una extensión anual.

Póliza de seguro que cubra el vehículo

Un dato para tener en cuenta es que la póliza de seguro obligatoria contra terceros no cubre daños ocasionados al propio vehículo, sino que abarca daño emergente, daño moral y lucro cesante producidos a terceros y no contempla daños materiales ocasionados al propio vehículo.

Para incluir esta protección se deberá contratar una póliza de seguro ampliada.

Por regla general, las compañías aseguradoras brindan 4 tipos de coberturas:

  • A: Cubre daños ocasionados a terceros.
  • B: Además de daños a terceros, cubre robo total, incendio total y destrucción total del vehículo por accidente.
  • C: Además de daños a terceros, incluye robo total y/o parcial, incendio total y/o parcial y destrucción total del rodado por incendio o por accidente.
  • D: Además de daños a terceros, cubre robo total y/o parcial, incendio total y/o parcial y destrucción total y/o parcial (según franquicia) de un vehículo por incendio o por accidente.

Póliza de seguro: la más adecuada

A la hora de elegir una póliza de seguro, la pregunta es cuál es la más adecuada. Eso depende de diversos factores: por dónde circulás habitualmente con tu vehículo, qué antigüedad tiene, dónde lo guardás, etc. Los promotores de cada compañía te asesorarán al respecto.

Por otro lado, la ley no puede obligarte a elegir una aseguradora en particular, porque atentaría contra tu libertad de elección como consumidor. En consecuencia, podrás contratar a cualquier entidad que esté autorizada para operar en el ramo.

Consultá cuáles son las compañías habilitadas en este enlace de Entidades Aseguradoras de la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Qué necesito para el seguro obligatorio contra terceros

En cuanto a los papeles necesarios para un seguro obligatorio para terceros, se necesitará acreditar la identidad y demostrar la posesión del rodado, por lo cual tendrás que exhibir tu DNI y la cédula verde y el título del vehículo. También deberías acreditar tu domicilio, a través de un servicio o impuesto a tu nombre.

Antes de extenderte la póliza de seguro, la compañía te exigirá el cumplimiento de la revisión técnica obligatoria o hará una inspección del automotor para garantizar que esté en condiciones reglamentarias de seguridad en caso de que no hayas hecho esa revisión técnica el año anterior.

Una vez acreditados tus datos y completados los formularios, leé todas las cláusulas del contrato cuidadosamente y firmá la documentación. Chequeá que los datos del contrato y de la póliza de seguro coincidan.

La asegurada, a cambio, tras contratar el seguro, entregará una copia del contrato y de la póliza de seguro. Es importante llevarla siempre en la guantera del automotor.

Actualmente, contratar una póliza de seguro es más sencillo y puede hacerse por Internet, aunque habrá que asistir con el vehículo para hacerle la verificación técnica. Para ganar tiempo, muchas aseguradoras te permiten sacar turnos en línea y concurrir a los locales más cercanos al domicilio.

Es importante saber la diferencia que existe entre prima y premio

La prima es lo mínimo que debe cobrarte la compañía para poder cumplir con sus obligaciones de aseguradora y responder económicamente ante un siniestro.

El premio es lo que vas a pagar por tu seguro y está conformado por la prima más los impuestos, gastos de administración, mantenimiento y otros conceptos que aplique la compañía.

Costo de la póliza de seguro

El seguro se abona por mes adelantado y la fecha de pago corre desde el mismo día en que lo contratás. Suponiendo que lo hacés el día 15, probablemente la fecha de vencimiento de tu pago será el mismo día.

Hay que tener en cuenta que ante un choque, con la póliza de seguro vencida, si no se pagó en término no tendrá ninguna cobertura.

Un seguro es un contrato entre dos partes: la aseguradora y vos como asegurado. Por ese contrato, la compañía queda obligada a asumir un compromiso de pago ante cualquier eventualidad que ocurra y vos quedás obligado a abonar la cuota en el plazo convenido por la aseguradora.

¿Qué hacer en caso de accidente de tránsito?

Si te toca pasar por una situación así, tenés que saber que todos los partícipes de un accidente de tránsito están obligados por ley a:

  • Detenerse inmediatamente;
  • Brindar los datos de su licencia de conductor y del seguro obligatorio a la otra parte y a la autoridad interviniente (Si éstos no estuviesen presentes, debés adjuntar esos datos adhiriéndolos eficazmente al vehículo dañado);
  • Denunciar el hecho ante la autoridad;
  • Presentarse y declarar ante el juzgado al ser citados.
  • Por su parte, las autoridades están obligadas a organizar un sistema de auxilio de emergencias, prestando, requiriendo y coordinando los socorros necesarios a través de medios de comunicación, de transporte y asistenciales.
  • También hay que saber que, en caso de accidente, si sos titular del vehículo, siempre serás responsable por los daños, aunque quien lo conduzca en el momento del accidente sea otra persona.

Si el choque es contra un vehículo que no tenía póliza de seguro, es importante actuar rápidamente. Algunas sugerencias:

  • Hacé la denuncia policial dentro de las 48 horas de ocurrido el hecho.
  • Si sabés dónde estaba asegurado el vehículo cuyo conductor te chocó, presentate ante la compañía para que te tomen la denuncia del accidente. Si te responden que no corresponde el pago por falta de cobertura, esa respuesta por escrito te servirá a vos como elemento de prueba ante un eventual juicio contra esa persona.
  • Mandale una carta documento a quien te chocó, intimándolo a reparar los daños ocasionados, bajo apercibimiento de iniciar acciones legales.
  • Si no obtenés respuesta satisfactoria a la intimación, podrás iniciarle un juicio civil, exigiéndole una indemnización por daños y perjuicios.
  • Si la persona que me embistió no se detuvo, se deberá visualizar la patente del vehículo que te chocó.
  • Con el número de patente, se puede iniciar el trámite Solicitar un informe de dominio del automotor, para conocer el nombre del titular del rodado e iniciarle acciones legales.
  • También podés hacer el mismo trámite en forma exprés: Solicitar un informe de dominio del automotor con carácter urgente.
  • El seguro obligatorio contra terceros rige también para las motos por las mismas condiciones que las de los automotores.

Fuente de la Nota: IPROFESIONAL

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